Ecopsicologia
ecologia espiritual


Entrenamientos meditativos

La meditación es uno de los métodos fundamentales del autodesarrollo y es la única posibilidad de conocer a Dios y unirse con Él.

Existen cuatro líneas principales de desarrollo de los entrenamientos meditativos según las cuales debemos: a) refinar la conciencia, b) hacerla crecer, c) aprender a trasladar la concentración de la conciencia dentro de un estrato y de un estrato a otro, d) aprender las técnicas que permiten unir la conciencia individual con la Conciencia Divina.

En realidad, el Camino entero hasta la Unión con la Conciencia Primordial puede ser representado en un esquema admirablemente sencillo según el cual hay que:

— desarrollar las funciones del propio corazón espiritual dentro del cuerpo,

— hacer que este corazón crezca gradualmente hasta el tamaño de nuestro planeta,

— aprender a entrar y a permanecer en los eones (estratos) cada vez más sutiles del Absoluto,

— aprender a unirse (como un corazón espiritual) con el Creador en Su Morada.

A la luz de esta información, nos queda claro qué debemos cultivar en nosotros mismos y qué debemos eliminar.

Debemos cultivar el Amor sabio, fuerte y sutil y limpiarnos de todo lo que no sea Amor, es decir, de la grosería, de la ira y del egocentrismo en todas sus diversas manifestaciones, incluyendo las emociones de reprobación, los celos, la avidez, la envidia, la violencia y el deseo sexual egoísta (lujuria sexual).

Una etapa fundamental en el desarrollo del corazón espiritual es su expansión, su «derramamiento» en el silencio matutino transparente en medio de los paisajes naturales abiertos (por ejemplo, en la orilla del mar, en la estepa, en los campos, en las cimas de colinas y montañas).

Estas meditaciones de amor pueden ser practicadas durante todo el año (necesariamente a la luz del día), aunque será mucho más fácil hacerlas en la primavera, cuando la exultación de la naturaleza nos transmite un estado de ánimo apropiado y nos da su poder, el poder de las emociones del AMOR.

Luego —aquellos que han aprendido esto— deben realizar un arduo trabajo meditativo con el fin de llenar con ellos mismos —como corazones espirituales— todos los eones del espacio multidimensional. El último de éstos será la Morada del Creador.

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Sathya Sai [64] dice:

«El propósito del trabajo meditativo es destruir la ilusión de que Dios y la esencia de todo ser humano y del mundo material entero son diferentes.

»La meditación correcta es la unión de todos los pensamientos e indriyas con Dios.

»El resultado correcto de la meditación es la situación cuando todos los actos dimanan de la Conciencia de Dios, y no de la mente humana.

»La Unión con el Absoluto significa la eliminación del velo de la ignorancia, es decir, de la ilusión de la existencia dual, opuesta a la Existencia No Dual del Absoluto.

»Lo Absoluto manifestado en lo particular, lo podemos observar en la vida de un Avatar».

¡Les aseguro que todo esto es real!